La percepción de una persona que migró de Nicaragua a Costa Rica.

Managua 19 de julio 1979, triunfa la Revolución Sandinista el tirano huyó, se llevó hasta sus muertos, pero dejó la sangre corrida y el dolor, ese día nace la esperanza y todos los Nicaragüenses celebran la libertad,  La Plaza de República se llena de jóvenes, en la montaña muchos también celebran, en las noticias resuena la frase “hoy solo queda el recuerdo de la Guardia Nacional”, 37 años después vuelve el tirano, pero esta vez no es un Somoza, si no uno de esos jóvenes que puso en riesgo su vida por esa libertad, Daniel Ortega Saavedra, el poder lo cambia a uno me dijo una vez mi abuelita.

Monumento ecuestre de Somoza derribado luego de su huida del país. Foto del archivo de teleSUR.

Monumento ecuestre de Somoza derribado luego de su huida del país. Foto del archivo de teleSUR.

Para mi él era un héroe, ¡si! por como escuchaba a mi tía hablar de él, del socialismo que es una poesía, lo veía en mi niñez en los 80s en la tele vestido de verde olivo con sus grandes lentes y su bigote, todo un guerrillero, poco entendía de sus discursos, mis únicos momentos de enojo con él eran cuando interrumpían mis caricaturas preferidas para poner sus comunicados, una vez lo fui a ver cuando llegó al pueblo, me tomé una foto, por ahí está en un álbum familiar.

Luego fui creciendo y mi concepto cambiando, como pasa con nuestros padres cada día nos enteramos más y más que son humanos, eso duele y hoy Nicaragua me duele más, me duele Sandino , me duele Camilo Ortega Saavedra quien dio la vida por librarnos del dictador, me duele mi tío y su sangre que corrió en una montaña desolada en el norte del país después de que la contra lo torturara y como todo guerrero  no habló, me duele mi prima que perdió a su padre.

 

Me duele este exilio voluntario y no poder actuar, porque “vivo en un país libre” como decía esa canción que sonaba en las viejas radios de mi país, pero lamentablemente ese país no es el mío  ¿y qué hago yo desde este exilio? ¿qué hago por mi patria? ¿verla dejarse someter ante el yugo de un nuevo dictador?

Ay Nicaragua, Nicaragüita» de Carlos Mejía

Vivo en Costa Rica, país que amo tanto como al mío, veo los privilegios que los jóvenes tiene acá y no aprecian, privilegios de los que yo como migrante también gozo, en mi  país ya no hay esa libre expresión que acá reina, esa libre expresión que nuestra pisoteada constitución profesa, por eso escribo desde el anonimato, muchos me llamarán cobarde pero después de vivir OcupaINSS y ser perseguidx me volví  estratégicx y me tomo el tiempo para meditar y ver de que forma soy más útil para mi Nicaragua.  

¡Ay Daniel! cuanto quisiera poder conversar con vos y decirte, quiero que volvás a ser ese héroe, ese al que yo una vez admiré.

El Consejo Electoral de Nicaragua destituyó a 28 diputados de la oposición el viernes 29 de julio. Esta decisión deja a Daniel Ortega sin oposición política dentro del Parlamento, a tan solo unos meses de las elecciones generales en noviembre.

Las palabras de la persona que escribió esta nota, cuya intención es referirse a la situación por la que está pasando este país, llegaron en un momento delicado. La decisión reciente de cantar el himno nacional de Nicaragua en varias escuelas de la Dirección Regional de San José, Costa Rica, ha desatado un maremoto de personas escandalizadas y comentarios xenófobos.

Nuestra pregunta es, ¿cómo se sentirían ustedes si el país en el cual nacieron va en un rumbo doloroso y la nación en la cual viven les rechaza?

La relación entre Nicaragua y Costa Rica va más allá de conflictos limítrofes y tensiones diplomáticas. Es una relación profunda, que data de antes de la Independencia y continúa hasta la fecha. Si han escuchado decir que Nicaragua y Costa Rica son naciones hermanas, es cierto. Lo son.

Más allá de juzgar con comentarios xenófobos, que ignoran el hecho que más de un millón de nicaragüenses contribuyen a la economía, infraestructura e historia del país, es importante entender. Es importante tener consciencia histórica, sensibilizarse y entender su situación actual. La situación política que se está desarollando en su país es alarmante. Nicaragua es una nación hermana a la cual no le podemos dar la espalda.

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