El acoso laboral o mobbing es una forma de maltrato poco visible y difícil de diagnosticar. La abogada Tatiana Gamboa nos explica en qué consiste y qué podemos hacer.

Alejandra es madre, trabaja en una empresa en San José y está finalizando sus  estudios universitarios.  Sus funciones van desde atender llamadas telefónicas y redactar informes que le solicitan sus jefes hasta prestar atención a los reclamos y sugerencias de los clientes. Ella ha  llevado a cabo sus labores con el mayor entusiasmo y responsabilidad, por lo que se ha destacado como trabajadora ejemplar en la empresa.

Con el tiempo, sin embargo, el perfil envidiable de Alejandra la ha convertido en una amenaza para sus jefes y ha generado celos entre sus compañeros. Alejandra comienza a sentirse subestimada. Sus jefes le asignan tareas difíciles o, en ocasiones, muy por debajo de su capacidad.  Ellos le dicen constantemente que se sienten decepcionados de ella, porque a pesar de brindarle el apoyo para que estudiara y trabajara, ella no ha sido capaz de dar los resultados que esperaban.  00d8eafd4c14affa8ec05aaef8e8

Alejandra  llega una hora antes de su entrada y sale casi dos horas después de su salida para “mejorar». Se siente culpable a pesar de haber trabajado con el mayor empeño. Sin embargo, es más el temor que las opciones de solución. Sus compañeros de trabajo, al darse cuenta de los constantes regaños, no son solidarios. Unos por temor y otros por crueldad, la tratan como la abuelita del equipo de trabajo. Algunas, incluso,  hacen burla de su dolor diciéndole  que “todo sapo muere aplastado”.

¿Suena conocido?

El acoso laboral, internacionalmente conocido como mobbing, es un asesino silencioso. A muchos les parecerá extraño, incluso exagerado, pero es un fenómeno con el cual convivimos todos los días.

La mayoría de nosotros, lamentablemente, nos sentimos en la posición de Alejandra: estamos en la necesidad de trabajar para cubrir los gastos que exige tener una vida digna (comida, servicios públicos, vestido, salud, vivienda, entre otros) y de adquirir experiencia profesional.  Pero en este proceso, muchos se sienten poco valorados y cansados, sin motivación para emprender nuevos retos.  

Comenzamos a ver el trabajo como rutina tediosa y aburrida.  Surgen expresiones familiares como: “Qué cansado, el jefe me llama, ¿ahora qué hice mal?”, ¿Por qué me irá a regañar ahora?”, “Espero que mi jefe no vaya, qué pereza verlo”, “Ojalá sea viernes tipo cuatro de la tarde, ya no lo soporto”.

¿Por qué sucede esto? Gran parte de nuestra vida se la dedicamos al trabajo y convivimos alrededor de cuarenta y ocho horas semanales con personas que no escogemos.  Si bien el trabajo nos da de comer, este debe ser por obligación un ambiente saludable a nivel mental, donde  las personas que trabajan no sean solo valoradas y consideradas por lo que hacen sino también por lo que son.

¿Qué es acoso laboral?

Se define como el conjunto de acciones que hacen que el ambiente laboral de una persona se vuelva problemático. Esta forma de maltrato laboral comienza a posicionarse como una temática de interés para la psicología por su impactante incidencia a nivel nacional.

En las relaciones laborales están presente vínculos de autoridad y poder, para los cuales es preciso establecer criterios de reconocimiento, con el fin de evitar situaciones de usurpación, aprovechamiento, relaciones intolerables por falta de respeto y abusos que generalmente van acompañados de situaciones irregulares y deshumanizantes.3510698.8ea56579.640

 

Generalmente se asume que la violencia es una afectación de perjuicio físico y psicológico. La violencia tiene múltiples expresiones directas e indirectas, tangibles e intangibles y que no necesariamente se presentan de manera simultánea sino que también pueden hacerlo a lo largo del tiempo.

Muchos especialistas en psicología determinan que el mobbing es una violencia no visible, lo cual es falso. El problema es que pensamos en la violencia como sangre y moretones, pero no pensamos que estamos haciendo daño cuando “basureamos” o hacemos  chotas o burla de alguien en el trabajo. Pensamos que esto es una forma de diversión que no deja cicatrices en la persona. Pero sí es violencia. El problema es que mientras no nos moleste o no nos ocurra, no tenemos porqué hacer algo al respecto.

El “mobbing” no sólo incide en factores de discriminación sino en derechos humanos. Toda persona tiene derecho a la vida, con calidad sustantiva, y a disfrutar de una convivencia social y un ambiente laboral sano, en donde se le respete por su sola condición de persona, independientemente de sus peculiaridades. La gente pensaría que esto no le sucede a todo el mundo y que los agresores son básicamente sociópatas. Muchos, sin embargo, no se percatan de que los sociópatas son bastante comunes.

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El perfil de las víctimas es contrario a los descritos en el perfil del acosador. Son aquellas personas que al no tener confianza en sí mismas, tal como sucede con Alejandra, no solo laboran sino que se esclavizan y trabajan de más, ya que sienten la obligación de mostrar y ofrecer una mejor imagen de ellas mismas.  Esta potencia de terror es la que las transforma en víctimas: ellas necesitan dar y los acosadores recibir o tomar.

Tipos de mobbing

Ningún fenómeno de violencia sigue un manual en cuanto a cómo ocurre. Aunque existen diversos tipos de acoso laboral. Sin embargo, la violencia es un comportamiento aprendido y perpetuado por medio de lo que vemos, leemos y experimentamos.

La voluntad de impedir el crecimiento de otras personas por el temor propio a ser desplazado recibe un nombre inspirado en la mitología griega: síndrome de Cronos. En el mito, el titán Cronos crece con una serie de complejos nacidos de haber sido opacado constantemente por sus hermanos. A raíz de estas inseguridades, Cronos desea llamar la atención de sus progenitores y obtener el poder absoluto, por lo que eventualmente destrona a su padre, Urano. Vencido, Urano lanza una maldición sobre Cronos, la cual tendrá repercusiones en las generaciones futuras de su hijo.

La pregunta es ¿cuál es la relación que existe entre el síndrome de Cronos como manifestación de violencia y el mobbing? La respuesta se centra en que este síndrome, responde al miedo de  perder la posición y estatus dentro del entorno de trabajo. La ansiedad que produce la pérdida de poder dentro del mercado laboral y el temor a ser desplazados es la génesis de una nueva enfermedad de corte psicosocial que se agrava aún más en las circunstancias de la actual crisis laboral y financiera.

Para comprender mejor el perfil de un acosador, viajemos al pasado, específicamente a nuestra infancia. Muchos conocemos y aun les contamos a los niños cuentos como Blanca Nieves y los Siete Enanos. La madrastra, una reina, sentía celos de su hijastra, una niña. Le indignaba su belleza y le atemorizaba que al crecer la despojara de su trono, por lo que  decide contratar un leñador para que la mate.

El mismo principio aplica a los acosadores: son narcisistas y no soportan la idea de que otros en algún momento puedan tomar su lugar. Recurren, como la madrastra a eliminar a la persona con tratos crueles y denigrantes.  Esto nos indica que nos han inculcado la violencia y por ende la vemos como un comportamiento normal, en la historia de Blancanieves esa violencia se censura.

Los acosadores no saben ponerse en el lugar del otro: la reina nunca pensó en el dolor y temor que sentía Blanca Nieves. Se caracterizan por ser personas insensibles, incapaces de experimentar verdaderos sentimientos de tristeza. Ellos son conscientes de esta capacidad, pero simulan sus sentimientos delante de los otros para poder manipularlos. Asimismo, niegan la realidad y atribuyen la culpa a los otros. Son incapaces de sentirse culpables y son expertos en manipular esos sentimientos en los demás.

El mobbing en Costa Rica

En el año 2014 se presentaron 41 denuncias ante la Defensoría de los Habitantes por acoso laboral de diferentes instituciones estatales.  Para efectos del 2015, según el Instituto Nacional de Seguros (INS) y parte de un seminario de Medicina Laboral, 241 pacientes están siendo atendidos en el INS a causa del acoso laboral.BW50s_34

Hay una  falta de proyectos que tengan por objetivo educar a la población acerca de este fenómeno y asegurarle a las víctimas que  no están alucinando, que el acoso es real y que existen formas de tratarlo y sancionarlo. A su vez también falta  una ley que tutele estos actos y que proteja tanto a la víctima como al testigo, pues muchas personas no denuncian por temor a las repercusiones.

La Encuesta Continua de Empleo (ECE) en Costa Rica, para el trimestre enero-marzo 2015, indica una tasa neta de participación laboral nacional de 61,8%. Para los hombres, la tasa neta de participación fue 74,9%. En el caso de las mujeres, la fuerza de trabajo representó 892 mil mujeres, para una tasa neta de participación de 48,6%.

En relación con esto, la cantidad de personas que trabajan en el país es extensa, por lo que es importante cuestionar cuántas de ellas podrían ser víctimas de acoso.

Como caso de ejemplo, el escenario en Colombia es diferente, pues con la aprobación y vigencia de la Ley 1010 del 2006 que trata sobre acoso laboral se han presentado un aproximado de 1142 denuncias. Esta ley les permitió a los colombianos desde ese instante romper con el silencio del acoso en el trabajo.

El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) cuenta con un manual sin embargo, estas  pautas no son lo suficientemente claras para lidiar con estas circunstancias, por lo que muchas de las denuncias finalizan con una conciliación entre el agresor y víctima. Según  mi criterio personal esto es inaceptable pues no se puede negociar ni conciliar con la dignidad de una persona con su agresor; o bien no se logra comprobar los abusos, y se archivan.

El acoso y hostigamiento laboral en Costa Rica no se encuentran expresamente regulados. Hasta el momento se han presentado al menos diez proyectos de ley que han sido rechazados por la Asamblea Legislativa.

¿Qué hacer?

Es importante romper el silencio y denunciar. El entorpecimiento, el maltrato y la humillación deben ser castigados. No debe tratarse a la víctima como a un demente que está delirando. Para denunciar acoso o recibir apoyo se puede acudir al departamento de Recursos Humanos, al Ministerio de Trabajo (en la parte de Inspección Laboral), al centro médico o de salud más cercano o inclusive al Juzgado de Trabajo correspondiente, mediante una denuncia.GoadMotorCo_11_1500

Gracias al avance de la tecnología, grandes estudiosos del mobbing ponen a servicio de quien los necesite videos de capacitaciones y artículos con los cuales la persona que está siendo víctima  puede no solo reforzar su autoestima y dignidad, sino también comprender que no tiene la culpa de lo que padece. Asimismo, estos materiales son útiles para quienes quieran apoyar a una víctima o simplemente ayudar a difundir qué es el mobbing, cómo se manifiesta y de qué manera afrontarlo.

Sitios: http://acosopsicologico.com/

Eres un Jedi o un Sith?:  http://www.puntoporpunto.mx/archives/176186


 

Bibliografía consultada

Motta Cárdenas, Fernando. Labor harassment in Colombia (“mobbing”). El acoso laboral en Colombia. ISSN 1909-5759. Número 4. Enero – Junio 2008. Revista Vía Iuris. Colombia.

-Cortés, Edward. Mobbing. Una Mirada Somorra

Piñuel y Zabala, Iñaki. “Mobbing. Como sobrevivir al Acoso Psicológico en el Trabajo”.  Editorial Sal Térrae. Bilbao, España. 2001.  

 

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