Los gestos, el lenguaje corporal e incluso la vestimenta dice mucho de la persona. En el caso de los precandidatos a la presidencia por el PAC, lo que ni dicen habla mucho de ellos.

Se ha creído que, en la política, el “arte de comunicarse” equivale a “el arte de mentir”. Sin embargo, como sucede en otros campos de la vida, lo que realmente hace interesante y confiable a un político no son solo sus palabras, sino otros elementos de comunicación. Esto suma a la percepción favorable o desfavorable que los votantes puedan tener.

El eslogan es uno de esos elementos, y sirve tanto para crear identificación como para generar confianza hacia un determinado candidato. Crear un eslogan que sea atractivo, impactante, fácil de recordar y original no es tarea fácil. Este deberá, en el mejor de los casos, sintetizar un mensaje y competir con el de otros aspirantes.

La manera cómo los políticos comunican una idea resumida a través de su cuerpo es por medio de gestos y posturas. Sin embargo, hay detalles como la vestimenta, objetos y el uso del color que son también fundamentales.

En este caso nos referiremos a Welmer Ramos y Carlos Alvarado, precandidatos que el 9 de julio se medirán por obtener la representación del Partido Acción Ciudadana por la Presidencia de la República. Existen diferencias entre los eslóganes y los estilos de comunicación que emplean.

El precandidato Carlos Alvarado presenta #ElijoElFuturo, un eslogan en primera persona, de espíritu joven, con una dosis de individualismo y ambigüedad. Su lema no parece ser original. La frase “Elijo Mi Futuro” es utilizada por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Otro ejemplo accidental lo encontramos en una campaña española del 2013 titulada: “Elijo mi futuro” fue creada para combatir el desempleo juvenil.

Estas similitudes también ocurren con  el eslogan PAC del año 2014: “Con Costa Rica no se juega”. Este se parece al utilizado por Rodrigo Carazo de la Coalición Unidad en el año 1979: “Con el país no se juega” (La Nación, Miércoles 10 de enero de 1979).

Welmer Ramos ofrece MásCostaRica!, un eslogan austero, alegórico a su profesión de economista. Con base en las publicaciones que el candidato comparte en su red social, Ramos indica que el cambio iniciado con Solís Rivera no ha terminado. Sin embargo, no queda del todo claro qué se desea comunicar, por lo que el candidato se vería en la necesidad de articular la intención del eslogan en conjunto con las propuestas que tiene para gobernar.

El cuerpo de las palabras

Alvarado transmite #ElijoElFuturo de diferentes maneras.

En su spot del 13 de Junio se le observa con saco azul y una camisa a cuadros formados por líneas delgadas. Este diseño le aporta dinamismo visual. Su cuerpo tiene al inicio un ligero balanceo hacia adelante y da la ilusión que va a entrar en acción.

Alvarado utiliza los gestos ilustradores, los que usamos para mostrar sincronía con lo que decimos. Él los usa antes algunas frases para no provocar distracción alguna entre lo que dice y hace. Algunos ejemplos están en “Paso firme, profundización, y cambio”.

Cuando dice “construcción” y “más allá”, su brazo se extiende y señala con el dedo índice hacia su costado derecho, como dibujando en el espacio una línea semi curva que le aporta fluidez al mensaje. Alvarado se coloca en un espacio vacío para crear con su voz y con su cuerpo una nueva historia sobre una página en blanco.

El MásCostaRica! no está del todo presente en el cuerpo de Welmer Ramos, sino más bien en la suma de otros elementos visuales. El ejemplo es su spot del 12 de junio, el cual convoca al voto. Este inicia con vista aérea de un mar y montañas. La cámara se va acercando sobre un potrero donde vemos al candidato acompañado de otro hombre, y cuya vestimenta, en diseño y color, se asemeja a la que utiliza Ramos.

Se continúa con una toma donde se observa una vaca con el candidato de fondo. Luego, él ingresa a un salón y estrecha su mano con otras personas. La locación cambia y se ve al precandidato reunido en una oficina. El spot cierra con Ramos en un encuentro ciudadano en una zona rural.

Al inicio se escucha al candidato en voz en off, apelando al orgullo de sentirse tico. Una retórica similar utilizó Figueres Olsen durante su campaña política. Cuando Ramos llama a la oportunidad que tienen los votantes de “continuar el trabajo de preservar lo mejor que tiene nuestro país”, lo vemos de espaldas. Este hecho le resta presencia como candidato.

Lo vemos de frente a la cámara, con lentes en tono oscuro, cuando dice “Soy Welmer Ramos”. Estos limitan su mirada de la audiencia en el momento que se presenta. Ramos comunica un espíritu ‘rural’, el de alguien sensible a sectores productivos y vulnerables como el agro.

Todavía algo les falta…

Alvarado respira un lema centrado en un futuro incierto bajo el continuismo del PAC y su eslogan genera una duda sobre su autoría. Ramos, por otro lado, no defiende con su cuerpo esa gran síntesis que debe ser un lema que habla de hacer #¡MásCostaRica!

El problema está en la construcción de su eslogan, pues no está diseñado para generar emociones fuertes en el electorado. Por otro lado, también le corresponde al candidato motivar al público y apoyarse en este.

Si tomamos en cuenta que el significado de la palabra eslogan es grito de guerra, no estaría de más que los candidatos del PAC, así como nuestros políticos en general, demostraran mayor originalidad en sus procesos creativos, mejor destreza y dinamismo en su comunicación corporal y el interés real por el pueblo costarricense. A sabiendas que solo uno podría ganar la elección nacional, esperemos que sea quien lo haya logrado.

La Nación. Miércoles 10 de Enero de 1979.

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