¿Por qué el discurso periodístico utiliza a un hombre como referencia para determinar a una mujer?

Hace unos días el Ministro de Economía renunció a su cargo y el presidente nombró como nueva ministra a Geaninna Dinarte. A pesar de sus estudios, currículo y largo recorrido, el titular del periódico La Extra dijo Pareja de Mariano Figueres, nueva Ministra de Economía.

También al inicio de la gestión, cuando fue nombrada viceministra, el periódico CRHoy publicó una nota titulada Presidente nombró como Viceministra del MEIC a pareja sentimental de director de la DIS, en la que la mayoría del contenido habla sobre Mariano Figueres. Ambos tienen algo en común: tienen un titular llamativo en donde le dan el crédito de su nombramiento a un hombre, y en el cuerpo del artículo se especifican todos los atestados y experiencia de la ministra, contradiciendo el mismo título.

Como hermana menor esto me molesta particularmente. Muchas veces me pasó que en los espacios a los que llegaba nueva siempre era “la hermana de…”, la referencia siempre era él –hombre y mayor–. Y no es culpa de mi hermano, él nunca ha hecho nada para fomentar este fenómeno, sino que la gente siempre toma el referente hombre para darle legitimidad a la mujer, especialmente si somos jóvenes.

Me tomó mucho esfuerzo y trabajo formarme un nombre propio, ser reconocida como una persona individual que tiene algo que aportar, que me llamen por mi nombre (e incluso que ahora a él también le digan el hermano de… jajaja).

Esta forma de percibir a las mujeres es muy antigua. Viene de la figura del pater familias, que no es nada romántico como suena el nombre. El término no se refiere al padre de familia amoroso, sino al amo, quien es el dueño de todo el patrimonio ahí. Los valores que posee son su tierra, su ganado, sus esclavos, sus hijos, y ¿adivinen qué? su esposa, su mujer. Todas estas son las propiedades del pater familias, por las que él decide todo.

Esta es una herencia –bien conservada todavía– de las sociedades clásicas que son base de la cultura occidental: Roma y Grecia (machistas y patriarcales hasta donde se pudiera). En Roma, por ejemplo, en las familias privilegiadas tenían costumbres diferentes para nombrar a hombres y mujeres.

En una entrevista con un filólogo clásico, me explicó que el nombre de los hombres constaba de tres partes: nombre personal, nombre familiar y el apodo. Por ejemplo el conocido Julio César se llamaba: Gaius (nombre personal) Iulius (nombre familiar) Caesar (apodo «el rey»), de los cuales generalmente solo se decía uno. En cambio las mujeres sólo conservaban el nombre familiar, no tenían mucha opción de donde escoger.

Entonces si estaban en la familia “Julio”, y yo era hija entonces me llamaba Julia, y la hermana se llamaba Julia, y la esposa se llamaba Julia, porque esto no era el nombre de ellas, sino indicaba a cuál casa y a cuál hombre pertenecían, de quién eran propiedad.

Como que ahora nos llamaran solo por nuestro apellido, pero a los hombres por nombre y apellido. Así fue que hubo Cayo Julio César y muchas Julias, Marco Tulio Cicerón y muchas Tulias, Tiberio Claudio César Augusto Germánico (estos últimos dos son títulos honoríficos) y muchas Claudias.

Claro que se dieron casos de mujeres con nombres diferentes, pero eran la excepción, y también hombres llamados igual, pero a ellos se les conocía por el más difundido (diay, tenían mínimo 3 nombres de donde escoger) para evitar las confusiones.

Incluso está el caso muy interesante de Livia (esposa de Augusto, ¡JA! Perdón, no existe otra forma de identificarla en este caso) que se dice que fue una de las mujeres más poderosas de la época. Se llamaba Livia porque era hija de Marco Livio Druso. Cuando Augusto ganó este título (significa “el divino”, o algo así), también se lo dieron a ella por extensión y pasó a llamarse Livia Augusta. Entonces incluso teniendo mucha influencia y poder de decisión en la política romana, se llamaba algo así como “hija del papá” + “esposa de Augusto”.

En fin, este es el fundamento detrás de un titular que dice “pareja de…”. Que no toma a la mujer como alguien de valor por sí misma, sino que busca el hombre más cercano para tener una referencia de quién es ella, pero solo a partir de un él.

Estas son de las cosas más difíciles de luchar en el machismo, las que están tan adentro y tan arraigadas, las que no son tan evidentes como un golpe que deja una marca física, pero que hacen el mismo daño, o más.  Así es como se perpetúa la forma de pensar de que las mujeres no somos capaces, no podemos, y por eso es que siempre tenemos que demostrar el doble nuestra valía.

Lo triste es que es que me pasa a mí, a muchas de ustedes, a Alicia Florrick en The Good Wife, y a miles más. Es muy molesto que siempre terminemos siendo definidas por otras personas (generalmente otros hombres), siempre somos la hermana, la hija, la novia de alguien más. La idea no es convertirnos en la referente que dé legitimidad a los hombres en nuestras vidas, sino que cada persona se aprecie por lo que es, como un sujeto o sujeta individual y única.

Yo nunca he visto una noticia que cuestione las capacidades de un hombre de acuerdo con cuál mujer esté relacionado para que lo valide, y me gustaría decirle a todo el mundo- pero en especial a las personas que hacen periodismo- que pongan un poco más de su parte, que intenten no actuar en automático, que piensen y cuestionen un poco lo que publican, lo que dicen, lo que piensan y qué implica eso. ¡Que las mujeres TENEMOS NOMBRES –y méritos– PROPIOS!


Referencias

Gamboa, C. C. (15 de febrero de 2017). Pareja de Mariano Figueres nueva ministra de Economía. Diario Extra. Recuperado de: http://www.diarioextra.com/Noticia/detalle/325072/pareja-de-mariano-figueres-nueva-ministra-de-economia

Rojas, P. (31 de julio de 2014). Presidente nombró como Viceministra del MEIC a pareja sentimental de director de la DIS. Crhoy.com. Recuperado de: http://www.crhoy.com/archivo/presidente-nombro-como-viceministra-del-meic-a-pareja-sentimental-de-director-de-la-dis/nacionales/

Imagen de portada de Wikimedia Commons.

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