¿Que es lo que dicen las personas que se oponen al matrimonio igualitario? ¿Que es lo que les da miedo?

A veces nos cuesta dialogar o debatir con personas que piensan muy distinto a todo a lo que creemos y/o defendemos. A mí, personalmente, se me hace difícil entender de dónde vienen algunas posturas de personas religiosas porque (gracias, Ma) no crecí en una familia practicante.

En los últimos 4 años, he ido conociendo cada vez más sobre de las creencias, liturgias y rituales de muchas personas costarricenses. Ha sido interesante (y extraño). Con esta información trato de entender, por ejemplo, a las personas que se oponen al Matrimonio Igualitario (no todas son religiosas, al igual que no todas las personas religiosas se oponen, ojo)

Ellas argumentan que lo hacen para proteger el matrimonio tradicional, la familia, y un par de construcciones sociales más. Si nos fijamos bien (tampoco es necesario ir muy profundo) vemos que estas personas no solo se oponen al matrimonio entre personas del mismo sexo, se oponen a la igualdad de condiciones dentro de los matrimonios conformados por personas de distinto sexo.

Son las mismas personas que creen que la maternidad nos es inherente a las mujeres cis, que debemos (y deben) resguardarnos del mundo, dedicarnos a la casa, no participar de lo público. Son aquellas personas que no ven nada raro con que hayan mujeres que pierden su apellido y se ponen «de» el marido. Nuestro deber ser es convertirnos en las madresposas de las que habla Marcela Lagarde.

Son a quienes no les importa quitarle el presupuesto al PANI, que le imponen una maternidad a la chiquita de 10 años que está pariendo a quien podría ser su hermanito (a veces, desgraciadamente, sí lo es). También juzgan a las madres solteras pero ni se les ocurre cuestionar a los hombres que las hicieron madres y luego no fueron padres.

Quienes justifican femicidios y relaciones impropias, quienes culpan a la víctima y no piensan 2 veces en la responsabilidad total del victimario. Es la gente que trata de rescatar a las mujeres de las violencias a las que han sido sometidas pero solo a punta de culpas y arrepentimientos impuestos.

Después de mucho preguntarme qué podría pasar por la mente de una persona que se opone al matrimonio igualitario porque piensa que va a afectar al propio, creo que ya lo encontré, entendí qué es lo que quieren decir. Creo que les da pavor que en las parejas del mismo sexo no existan relaciones de poder por default, que no hayan personas subordinadas por naturaleza o genitalidad.

Les da miedo que si una pareja conformada por personas del mismo sexo obtiene el mismo estatus legal que ellas el mundo se dará cuenta de que se puede convivir y compartir la vida de manera igualitaria, sin divisiones de género rígidas y diferenciadas que marquen las obligaciones de cada quien dentro de la familia.

¿Quién va a hacer el trabajo doméstico no remunerado? ¿Quién va a mandar en esa casa? ¿Quién tendrá que cumplir con cuáles obligaciones conyugales en la intimidad matrimonial? ¿Quién cuidará a la suegra? ¿Quién tendrá la última palabra? ¿Quién parirá con dolor?

De las mujeres se esperan ciertas cosas dentro de esta unión legal, se espera que seamos las encargadas del cuido de la familia, las que limpian, lavan, crían, paren. Las que se ven lindas y se ven santas, las que siempre están ahí, a las que agradecemos cada 15 de agosto por ser tan abnegadas, por ser las mejores del mundo, por dejar su vida de lado para ser nuestras madres. Las que los maridos consideran necias, amargadas, las que los atan, los controlan, las celosas, las que se hacen gordas y feas, las de los chistes estúpidos y machistas que pasan por whatsapp.

Argumentos

De estas personas he visto que algunas argumentan con La Sagrada Familia. (Concepto que tuve que googlear porque nunca he estado 100% segura si el padre de esta familia es José o dios, o la paloma. Descubrí que es José, no entiendo por qué, pero bueno.) Desde acá empezamos mal. María es embarazada en contra de su voluntad. Desde que ella es “sin pecado concebida” ya su vida estaba marcada por su única misión en el mundo: ser la madre de un hombre importante. Ser útero e incubadora, niñera y cuidadora.

Bienaventurado el vientre que te trajo, y los senos que mamaste, le dicen a su hijo según Lucas 11:27.

Respeto a las personas que deciden seguir lo que dice/impone una religión, pero no entiendo cómo dos mil años después nos quieren hacer replicar a quienes no la practicamos maneras de vivir basadas en un modelo propio de sus creencias personales. Modelo basado en un libro que con sus asesinatos a niños, violaciones, lapidaciones, desmembramientos, mujeres quemadas vivas y esclavitud, no es nada deseable para una sociedad moderna donde existen conceptos como inclusión, democracia, solidaridad, igualdad y derechos humanos.Otra justificación favorita es que el matrimonio es para procrear, para tener hijos e hijas. Algunos hasta han dicho que etimológicamente viene de matriz (en el sentido biológico, no matemático, obvio). Pero en realidad no, la palabra viene del latín matrimonium. Ésta, a la vez, viene de matrem (madre) y monium (calidad de). Entonces ya sea de matriz (como dijo erróneamente un candidato hace unos meses) o sea de madre, con este razonamiento ¿una unión de dos mujeres sería un doble matrimonio? Claro, son dos úteros conviviendo y si hay bebé, hay dos mamás.

Es absurdo basar nuestro léxico o aceptación de conceptos modernos únicamente el origen de las palabras. Porque los significados de las palabras cambian de acuerdo al contexto, y no se puede justificar su uso (o no uso) por la forma en la que era usada hace 500 años. Igual de absurdo es que me prohiban decirle “idiota” Otto Guevara porque la palabra proviene del griego ιδιωτης (idiotes) que se refiere a la persona que no se ocupaba de los asuntos públicos, sino sólo de sus intereses privados, y todo el mundo sabe que él durante años ha vivido de “lo público”.

 

Además ¿qué pasa con los matrimonios que por alguna razón no se reproducen? ¿Valen menos? ¿No existen? ¿Se deben disolver jurídicamente cuando se entra a la menopausia? ¿Es pecado la Viagra? ¿Y las parejas adultas mayores que viven solas y sus familias están lejos? ¿Están menos casadas?

Hay quienes dicen que NO, que cómo vamos a imponerle a la iglesia una unión que ella no reconoce, que el matrimonio es un sacramento, que la biblia dice. A ver, chicos y chicas, el matrimonio puede ser un sacramento de su religión, pero también es una figura jurídica que se encuentra en nuestra legislación.

En La Iglesia Católica hay siete sacramentos (bautismo, comunión, confirmación, reconciliación, orden, unción de los enfermos, y matrimonio), solo uno se inscribe en el Registro Civil: el matrimonio. Esto, no por ser un sacramento, sino porque es una figura jurídica establecida así en el Código de Familia de Costa Rica.

El matrimonio civil no es un sacramento, el matrimonio religioso sí lo es. Nadie se está metiendo con tus creencias y rituales religiosos, relax. Pero entonces que le pongan otro nombre, dirán algunes. Pues ok, quitemos el nombre de la legislación costarricense y que se llame distinto para todo el mundo. Pero yo no me como esa bronca hoy, podes darle vos si querés.

Por ahí otra gente (o la misma) grita, ¡Sodoma! ¡Gomorra!. Aquí solo les diré que vamos a coger (todas las personas, no solo las lesbianas, gays y bisexuales) estemos casadas o no. Y si lo que les molesta son las relaciones sexuales (extramaritales o no), podemos sentarnos a hablar sobre eso el otro día. Pero solo si ustedes prometen vivir bajo los mismos estándares que nos “recomiendan”.

Monotema

Los grupos conservadores, neointegristas y fundamentalistas dicen que solo nos interesa este tema, que hay cosas más importantes en el país como infraestructura y crisis fiscal. Ok, sí (en realidad no, nos interesan un montón de temas más: cambio climático, todo lo relacionado a materia penal, educación de calidad, crisis fiscal, empleo decente, y muchísimo más). Por eso me genera tanta “confusión” que éstos estén ceñidos durante toda la campaña en hablar solo de eso. Incluso llaman a no votar por candidaturas o partidos que apoyan la ideología de género (término vacío que ellos mismos se inventaron y que no es más que un recurso retórico), basando en solo eso su decisión electoral.

Este discurso ha llegado a extremos tales, que uno de los candidatos presidenciales, Fabricio Alvarado, propuso eliminar la ideología de género. ¿Por qué no puede hacer eso? Uno: Porque no existe. Dos: Porque las ideologías no se pueden eliminar. Tres: ¡¿Entienden lo peligroso que es que alguien proponga eliminar ideologías?! Una locura total.

 

 

En estos últimos 2 meses del año hay convocadas 3 marchas o manifestaciones (que sepamos) en contra de este concepto vacío, nuevo y de moda en Iberoamérica y a favor de la familia. Al parecer es cualquier familia menos las conformadas por personas del mismo sexo. Nunca han marchado contra la pedofilia, el incesto, la violencia sexual, la violencia física, la violencia psicológica en las familias costarricenses. Nunca ha marchado por paternidades responsables, por defender la CCSS, por el presupuesto del PANI. Nunca se han pronunciado a favor de tratar a las niñas y niños como las personas autónomas que son, sino que se esfuerzan en verles como propiedad de sus mayores.

Entonces que no nos mientan que acá se habla de familias, se habla de otra cosa. Sus familias no están en peligro por el hecho de que la mía esté protegida, cuando alguien adquiere un derecho, quien ya lo tenía antes no lo pierde. Sus modelos de familias basadas en relaciones de poder si podrían estar en peligro cuando exista el matrimonio igualitario.

No porque esos vínculos dañen los suyos, sino porque se pondrían dar cuenta que no tienen que aceptar mandatos patriarcales, roles fijados por la sociedad según nuestro sexo registral y, trabajos domésticos no remunerados pero sí exigidos.

Así que invito a los matrimonios legalmente conformados en Costa Rica a que sean rebeldes, que le demuestren a estos negadores de la igualdad que las relaciones no tiene que ser de poder, que pueden ser de compañerismo y solidaridad. Ignoren las imposiciones de género. Recuerden que lo personal es político, y ustedes pueden ser parte de la revolución y el cambio.

 

A las parejas conformadas por personas del mismo sexo que se quieren casar (o no) les pido que rompan con los estereotipos y roles impuestos. A que construyan sus vínculos amorosos sin dependencias, obligaciones forzadas, sin posesividad y subordinación. No nos jeraquicemos por arriba o abajo de nuestra pareja. No vinculemos nuestro rol en la relación con estereotipos de lo masculino y lo femenino.

A quienes se oponen al matrimonio igualitario: Yo sé que tienen miedo, yo sé que el miedo es irracional. Yo sé que en nuestra visión de mundo cualquier cosa distinta amplifica ese miedo. También sé que el miedo es de las emociones más básicas y primitivas en el ser humano, es tan básica que la compartirmos con los todos los demás animales que tienen amígdala (lo dice LeDoux, no yo).

Pero ¿saben cuál emoción logramos tener muy pocos animales? La compasión. Esa emoción que requiere que pensemos en prospectiva y nos hace, en definitiva, personas.

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