Desde la década de los 70 se tiene la idea de que la marihuana puede ayudar a disminuir la presión intraocular en pacientes con glaucoma.

  • El glaucoma es la segunda causa de ceguera en el mundo
  • Todas las personas estamos en riesgo de desarrollar glaucoma.

El uso del cannabis como medicina no es algo que sucedió de la noche a la mañana. Existen registros del año 440 a.C. que relatan el uso común de los vapores de cannabis entre los griegos.  

A pesar de haber usado la marihuana por muchos años, no hemos sido capaces de descubrir en su totalidad, los beneficios que nos puede brindar la planta. Sin embargo, la mayoría de estudios ha demostrado que posee muchas bondades para nuestra salud.

Esto ha llevado a que muchos entusiastas; presuman de bondades con las que la marihuana no cuenta. Por ejemplo, la famosa y falsa idea de que el cannabis cura el glaucoma.

Fotografía por Valeria Miranda.

¿Qué es el glaucoma?

Es una enfermedad que degenera el nervio óptico, y es causada cuando la presión del ojo aumenta.

El glaucoma puede generar daños severos en la vista e inclusive ceguera.

Usualmente, cuando una persona es diagnosticada con glaucoma, va a recibir opciones de tratamiento como gotas, tratamiento láser y cirugía. Pero ninguna de estas opciones ofrece una solución permanente.

Por este motivo, los pacientes suelen buscar tratamientos alternativos y en ese momento es cuando a más de uno la palabra “marihuana” le empieza a gustar cada vez más.

Tratamiento del glaucoma con marihuana

Comúnmente, la marihuana es usada como tratamiento alternativo para casi todas las enfermedades conocidas.

Nunca falta la vecina que leyó un artículo donde decía que la marihuana cura la epilepsia, o el conocido que la usa para las migrañas y aunque puede ser verdad, antes de decidir usar solamente un método para tratar nuestra enfermedad, deberíamos considerar los efectos secundarios que puede acarrear consigo.

En el caso específico del glaucoma, los oftalmólogos no recomiendan usar marihuana, y estos son los motivos:

1. No es tan efectiva

En la actualidad, no existe evidencia que compruebe que la marihuana es un tratamiento efectivo para tratar el glaucoma a largo plazo.

Además, al fumar marihuana la presión intraocular se reduce solamente por 3-4 horas lo que no cumple con el riguroso tratamiento de glaucoma que es de 24 horas al día. Sabiendo esto, podemos deducir que la única forma para que sea efectivo, sería si el paciente fuma un puro de marihuana al menos 6 u 8 veces al día.

“Personalmente, no quisiera estar en un taxi o en bus, en el que el conductor estuviera fumando tanto” (Dr.Green 1998)

En 1998, el Dr.Keith Green, investigador del Colegio de Medicina de Georgia, estimó que para que el tratamiento con marihuana sea efectivo en un paciente de glaucoma, este debería fumar al menos 4000 cigarrillos al año.

Una persona que consuma tanta marihuana, no podría funcionar normalmente, ya que sus estados de ánimo estarían alterados y le sería imposible realizar sus actividades cotidianas.

2. Puede dañar la vista

El fumado (de cualquier producto) incrementa el riesgo de desarrollar algunas enfermedades de la vista.

La marihuana medica ayuda a bajar la presión arterial y, por ende, el ojo recibe menos flujo sanguíneo en los nervios ópticos. En otras palabras, la marihuana crea un cambio químico en el ojo que le permite a las venas traseras absorber líquido más fácilmente lo que eventualmente podría causar ceguera.

3. Afecta otras partes de nuestra vida

Los cigarrillos de marihuana contienen ciertos compuestos que, consumidos con mucha frecuencia, dañan los pulmones.

Al conocer las contraindicaciones, muchas personas ni siquiera pensarían en la marihuana como opción para tratar el glaucoma, dando por un hecho que no es una alternativa adecuada.

Esta conclusión, deja de lado un detalle muy importante al usar cannabis, y es la manera en que se ingiere.

Fotografía por Valeria Miranda.

¿Y si uso el cannabis, pero no lo fumo?

Los efectos negativos de fumar marihuana suelen ser polémicos, ya que varían según la dosis y la proporción de cannabinoides absorbidos.

Al fumar, nuestro cuerpo puede experimentar más efectos secundarios que sí ingerimos la sustancia ya sea con un vaporizador o debajo de nuestra lengua.

Si la consumimos de esta manera, evitamos correr el riesgo de dañar nuestros pulmones, pero de igual forma estaríamos sufriendo los otros efectos que produce su uso.

El otro método de consumo en el que los científicos han pensado es usarla en forma de gotas para los ojos.

En 1964, el farmacólogo Manley West, llevó a cabo una investigación acerca del cannabis como tratamiento para el glaucoma y junto con el oftalmólogo Dr.Albert Lockhart, desarrolló un medicamento en forma de gotas a base de cannabis.

Este producto, se ha comercializado en Jamaica con el nombre de “Canasol” por casi 30 años. Una de sus ventajas es que no contiene cannabinoides ni psicoactivos.

Durante este período, el Canasol ha sido un producto bien recibido entre sus usuarios y la comunidad médica, además es un medicamento potenciador de otros medicamentos utilizados para combatir el glaucoma como el Timolol.

Por el momento, estas gotas no están disponibles ni Costa Rica ni Centroamérica, pero son usadas comúnmente en México, Colombia, EEUU, Canadá, Australia y el Reino Unido.

La comunidad médica sigue trabajando en encontrar una manera más directa de tratar el glaucoma efectivamente sin que los pacientes se tengan que ver sometidos a tantos efectos secundarios.

Y mientras esto sucede, podemos decir que el uso de marihuana medicinal para tratar el glaucoma; es beneficioso, solo sí tenemos claro qué:

  • La marihuana ayuda temporalmente con la presión del ojo, pero no cura el glaucoma.
  • La marihuana solo funciona unas cuantas horas y se necesita más de una dosis al día.
  • El uso prolongado de la marihuana puede disminuir la capacidad de realizar algunas actividades de la vida diaria.
  • Su uso debe ser monitoreado por un profesional de la salud.

No debemos perder la esperanza, el aumento en la investigación del uso de cannabinoides en tratamientos utilizados habitualmente puede llevarnos a nuevas terapias para reducir la presión ocular en pacientes con glaucoma.

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