¿Le has dedicado horas a bloquear, dar unfollow y filtrar opiniones distintas a las tuyas? Estás viviendo en una burbuja social. Aquí te damos una guía para poder salir de ella.

En los noventas, internet prometía ser un paraíso de colaboración, discusión y libre pensamiento. Sin embargo, veinte años después, estos ideales han dado paso a más aislamiento e intolerancia entre las personas. Las separa en grupos tan cerrados y con ideologías tan opuestas, alimentadas fácilmente con información parcializada o falsa.

A medida que la web se hace más sensible a nuestras preferencias, más vemos contenido que nos mantiene felices y clickeando. Esta personalización rara vez reta nuestra forma de pensar. El peligro de eso es que, mientras más coincidan estos puntos de vista con nuestros prejuicios, más se solidifican y nos hacen menos receptivos a ideas diferentes.

Esta distorsión de la realidad en internet puede afectar nuestra perspectiva del mundo exterior.

Hoy en día estamos viendo las consecuencias.

Este fenómeno no es sano para nuestro crecimiento personal, nuestra empatía y es peor aún para nuestra democracia. Tiene varios nombres, entre ellos “filter bubble”, “echo chamber effect” y “homophily”.

Hyper-Personalization

La personalización comenzó como un intento de mostrar anuncios más interesantes para nosotros. Si nos interesa, es más probable que le demos click: todos ganamos. Después de analizar nuestros likes y comentarios, la plataforma en la que estamos nos ofrece contenido similar, porque quiere que tengamos una experiencia positiva con su producto.

Los algoritmos aprenden a mostrarnos opiniones o personas que piensan que nos van a agradar. Si usted utiliza internet regularmente, habrá visto ejemplos de esto:

  1. Netflix recomienda shows y películas de acuerdo con su historial.
  2. Twitter sugiere a quién seguir de acuerdo con quiénes interactúas.
  3. Google cambia dramáticamente los resultados de búsqueda dependiendo de muchos factores, incluso si uno no está registrado. La charla de Eli Pariser en TED Talks muestra un ejemplo de esto.
  4. Facebook utiliza una técnica de machine learning para decidir qué publicaciones y en qué orden deben de aparecer en el news feed. Esta técnica toma en cuenta 100,000 factores diferentes. Está basada en las interacciones, especialmente el like.
  5. Amazon, Wish y Aliexpress utilizan machine learning para predecir nuestras compras y hacernos recomendaciones. Si alguna vez los ha atrapado por horas el app de Wish, bajando y bajando en las recomendaciones, saben de qué estoy hablando.

No sé, no me parece tan malo…

Después de todo, ¿a quién no le gustaría estar rodeado de personas similares? ¿Protegido de ideas que preferirían evitar, artículos exasperantes, amigos de Facebook añadidos por compromiso? El problema es que al aceptar esta personalización, estamos aislándonos de otros puntos de vista. Esto refuerza nuestra perspectiva del mundo y cierra nuestras mentes a nuevas ideas y experiencias.

El echo chamber effect se puede encontrar en muchos lugares. Páginas temáticas de memes, plataformas de blogs; sin embargo, el mayor ejemplo se encuentra en los periódicos que no ocultan sus afiliaciones e intereses políticos.

La distorsión de la realidad es tal que las personas que comentan con un punto de vista diferente son tratados como “trolls”. Hemos llegado al punto en el que ofrecer una opinión contrastante se ve como una acción deliberada para enfadar a todos. Se supone que esta voz es tan indignante que no puede ser genuina.

Esto se puede explicar con un fenómeno llamado disonancia cognitiva, investigado por el psicólogo Leon Festinger. Las personas buscan voces que reafirmen sus creencias, para resolver sus conflictos internos. Y esta búsqueda, particularmente, es hecha muy fácil por internet. Por ejemplo, los métodos de reclutamiento del Estado Islámico. El mayor peligro es que todos somos vulnerables a ser influenciados en algún momento.

Buscar de manera consciente los puntos de vista que reten el propio puede ser incómodo. Sin embargo, es necesario para no cegarnos de la realidad.

 

¿Cuál es la mejor manera de mantener una mente abierta en línea?

  1. Leer noticias de varias fuentes diferentes. Buscar sitios que presenten las noticias como son, en vez de manipularlas para cumplir con sus intereses. Y de vez en cuando hacer el ejercicio de comparar estos sitios con los medios de comunicación populares de Costa Rica, para tener un poco de perspectiva.
  2. No eliminar a los ex compañeros de la escuela. Mantener a las amistades lejanas en la lista de amigos diversifica las publicaciones del news feed. Facebook dice que 23% de las conexiones de un usuario promedio tienen un punto de vista político opuesto.

¿Y si esta amistad a menudo publica cosas ofensivas? No lo elimine. Encuentre un área de acuerdo y exponga su punto de vista con hechos, estadísticas y contra ejemplos, para tener un diálogo respetuoso y civilizado (nada de pelea de egos). Aquí hay un diagrama útil para estos casos:

Diagrama de flujo sobre qué hacer cuando un amigo publica algo ofensivo. (New Tech City/Piktochart)

  1. Deshabilitar la búsqueda personalizada de Google.
  2. Darle click a un link que no parezca interesante al menos una vez a la semana. Leer los comentarios e interactuar. No tiene que ser un enlace indignante. Tenga en cuenta que la exposición a puntos de vista moderados es más efectiva para abrir la mente que los extremos. Puede tratarlo como un experimento para ampliar lo que los algoritmos creen que pensamos. O como un juego para confundirlos.
  3. Dejar de seguir a alguien cuyas perspectivas ya conozca bien. Siga a personas con puntos de vista diferentes al propio, aunque sea solo para entender sus perspectivas. Esto es un ejercicio de empatía que le puede ser útil en otras partes de su vida.
  4. Elegir intereses diferentes a los usuales en cualquier nueva red social o plataforma de noticias a la que se registre de ahora en adelante. Si va a intentar algo diferente, hágalo realmente diferente.
  5. Unirse a un grupo público. Las nuevas perspectivas en política no siempre tienen que venir de sitios políticos. Algunas veces, unirse a un grupo acerca de un tema más liviano es la mejor manera de ver de qué hablan las personas y expandir los límites de los intereses suyos que Facebook (o cualquier otra página) cree conocer. Por ejemplo, en un grupo como Dogspotting, más de 700,000 miembros con apellidos extranjeros, alrededor del mundo, publican cientos de imágenes a diario de perros que encontraron en la calle.

por supuesto, también existe Catspotting.

Una de mis publicaciones favoritas que he hecho en Dogspotting.

No tenemos que ir muy lejos geográfica ni temporalmente para encontrar las consecuencias del fenómeno de aislación en redes sociales. The Guardian hizo un experimento en el que intercambiaron los news feed de cinco liberales y cinco conservadores de EEUU, semanas antes de las elecciones presidenciales del 2016.

En primera instancia, los sujetos del experimento ni siquiera eran conscientes de que vivían en una burbuja. Muchos no conocían en la vida real a alguien que apoyara a Trump, o a Clinton. Las reacciones fueron variadas, pero el shock fue muy similar, independientemente de la alineación política de cada participante:

“Se sentía como estar atrapada en una habitación llena de personas con ilusiones paranoicas.” “Solo me detuve. No pude seguir viéndolo.” “Honestamente, lo odié.”

Sin embargo, para algunos, la experiencia tuvo valor como un ejercicio de empatía, al punto de llevarlos a cambiar su voto y su perspectiva. “Estoy mucho más interesado en relacionarme con personas de mente abierta y que estén dispuestos a hablar del panorama completo.”

La aislación y polarización no nos va a llevar a nada bueno. Estos testimonios son la prueba. “Estoy viendo un psiquiatra, intentando superar el shock y el odio de la izquierda. Pensé que esto iba a ser maś fácil de manejar para mí, porque me considero de mente abierta.”

Lo malo de esta división no es que logró que ganara la presidencia un personaje como Donald Trump; eso no tiene nada que ver. El problema es la propia división: vivir en el mismo país pero percibir realidades completamente contradictorias. “Me asusta ver cuánto la izquierda y la derecha están divididas ahora. No sé qué vamos a necesitar para acercarnos de nuevo.”

Ampliar nuestras perspectivas es un deber, especialmente ahora que aislarse es tan fácil. Escuche a sus vecinos, al guachi, a la señora del super, al taxista. Nuestra democracia lo necesita.

 

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